Siempre he pensado que invertir en experiencias puede ser una de las decisiones más inteligentes que tomemos. Recientemente leí un artículo en el sitio abc.es en el cual se comenta una investigación publicada en Journal of Positive Psychology que afirma que la gratificación instantánea que obtenemos al adquirir objetos como ropa, zapatos o joyas caras es pasajera, y que por el contrario, al crear experiencias perdurables (que podamos recordar y comentar posteriormente), estamos invirtiendo a largo plazo en un futuro verdaderamente feliz.
Viajar va mucho más allá de un boleto de avión y unas cuantas noches de hotel, pues quien verdaderamente sabe hacerlo busca vivir y compartir con sus seres más queridos experiencias que seguramente quedarán marcadas en sus vidas.
Como consultora de viajes les comparto algunas de las experiencias que me han marcado y que he logrado crear para mis clientes:
Paseo en globo al amanecer
Safari – África

Valle de Lora – Francia
Recorrer en bicicleta admirando la belleza de Beaune, Amboise y Tours. Vive un picnic teniendo como fondo los castillos de Chenonceau o Chambord. Invaluables.
Lhasa – Tíbet
Meditación con monjes
Capadocia – Turquía
Increíble experiencia para vivirla en familia
Mar Báltico
Días espectaculares en alta mar, ciudades majestuosas como San Petersburgo, Copenhague, Estocolmo, Tallín. Impresindible para disfrutar en crucero.
Agra – India
Conocer, admirar y vivir la majestuosidad y armonía del Taj Mahal.
